
El hallazgo, en la zona del cañón del Atuel, en Mendoza, de numerosas huellas de organismos marinos de hace unos 400 millones de años refuta la hipótesis acerca de cómo eran los ecosistemas marinos más profundos.
El hallazgo, en la zona del cañón del Atuel, en Mendoza, de numerosas huellas de organismos marinos de hace unos 400 millones de años refuta la hipótesis acerca de cómo eran los ecosistemas marinos más profundos.
Se trata de los restos fósiles de un reptil acuático que vivió hace unos 130 millones de años. Su estudio permitió conocer un poco más cómo era la costa de esa región antes de que se elevaran los Andes.
En una investigación llevada a cabo en la provincia de Jujuy, el equipo de botánicos liderado por Claudia Rubinstein descubrió los fósiles más arcaicos encontrados hasta el día de hoy. El hallazgo es crucial para comprender la historia de la vida en la Tierra.
La icnología es una disciplina surgida en los últimos cincuenta años y que se ocupa de estudiar el comportamiento fósil, es decir, analiza las huellas de seres que se desplazaron sobre la superficie terrestre hace millones de años. Pero esas huellas, además de contarnos cómo vivía el organismo en cuestión, permiten describir el ambiente en el que transcurrían sus días.