Sensores meteorológicos y ambientales ubicados en boyas de diseño nacional registran durante las 24 horas lo que ocurre en distintos espejos de agua y la información es enviada en tiempo real a los científicos del proyecto PAMPA2 del CONICET, que integra Exactas.
Irina Izaguirre
El grupo de Limnología dirigido por Irina Izaguirre se dedica al estudio de las comunidades compuestas por algas microscópicas, bacterias y microorganismos flagelados y ciliados que habitan los cuerpos de agua continentales, como lagos, ríos y lagunas. Desean saber qué cambios se producen en ellos cuando cambia la latitud geográfica de su ambiente.
Irina Izaguirre y Haydée Pizarro son biólogas con una larga trayectoria como docentes e investigadoras de Exactas. Ambas ingresaron en 1976 y realizaron sus carreras íntegramente en tiempos de dictadura. Sin militancia previa, cuentan cómo, con el paso del tiempo, se fueron dando cuenta de las consecuencias que el control y la opresión provocaban en la Facultad.
En un lago de la Península Antártica, a partir de un seguimiento que se extendió a lo largo de 16 años, investigadoras de la Facultad detectaron cambios en el plancton debidos al aumento de temperatura. El ascenso de las marcas térmicas pudo haber sido el responsable de provocar un incremento excesivo de la materia orgánica en esas aguas. Los resultados acaban de publicarse en Polar Biology.
Los organismos capaces de resistir muy altas temperaturas o la escasez de nutrientes atraen la atención de muchos investigadores que los buscan ya sea en la Antártida o en la Puna andina. Es más, se piensa que podrían existir organismos similares fuera del sistema solar. Además, los extremófilos tienen interesantes aplicaciones en biotecnología.