El premio anual en física de la Fundación Breakthrough -uno de los más destacados de la ciencia mundial- quedó en manos del argentino Javier Tiffenberg en reconocimiento por su trabajo en la búsqueda de materia oscura a partir del desarrollo del detector SENSEI. Tiffenberg es investigador del Fermilab, en los Estados Unidos, y también lidera una colaboración en nuestro país.
Física
Se acaba de presentar una novedosa opción académica en Argentina que viene a satisfacer una doble demanda: la de estudiantes y la del mercado, en un mundo donde el volumen de datos disponibles crece cada día. Es la licenciatura en Ciencias de Datos, que se dictará en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA.
Jorge Armony es físico de Exactas UBA y se doctoró investigando en partículas subatómicas. Viajó al exterior y allí su carrera tomó un camino poco habitual: desde hace dos décadas trabaja en neurociencias. Actualmente, integra el Departamento de Psiquiatría de la Universidad McGill en Montreal. De paso por Buenos Aires, cuenta cómo el azar fue clave en su devenir profesional y asegura que los físicos podrían colaborar mucho más en el ámbito de las ciencias biomédicas.
Santiago Costantino estudió y se doctoró en Física en Exactas UBA. Si bien de chico soñaba con estudiar las estrellas y las partículas, su carrera se fue acercando cada vez más hacia las aplicaciones del láser en el ámbito de la biología. Desde hace tiempo vive en Canadá, donde aplica sus conocimientos a novedosos estudios que ayudan a diagnosticar enfermedades en los ojos.
Agustina Pose se recibió de física en Exactas. Mientras cursaba la carrera ingresó en la industria. Hoy, sigue trabajando en Satellogic donde desarrolla las cámaras que constituyen la carga útil de satélites. En esta entrevista, asegura que falta información en la Facultad para facilitar el camino de los estudiantes que quieren trabajar en el sector productivo y sostiene que los conocimientos que se adquieren en la carrera se pueden aplicar en muy diversas áreas de la industria.
Hoy falleció el astrofísico más conocido de nuestro tiempo a los 76 años de edad, tras una enfermedad que se había convertido en su carta de presentación. Los físicos Juan Pablo Paz y Fernando Lombardo recorren en esta nota los aportes de Stephen Hawking y reflexionan sobre su popularidad.