Se está produciendo un cambio de paradigma en la manera de estudiar el cambio climático y en la forma de comunicar los resultados de las investigaciones sobre el clima.

Se está produciendo un cambio de paradigma en la manera de estudiar el cambio climático y en la forma de comunicar los resultados de las investigaciones sobre el clima.
Dos informes elaborados por expertos y expertas de diferentes instituciones prevén un invierno con temperaturas medias más altas que las normales y menos días muy fríos para la mayor parte de centro y norte de la Argentina incluida la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires. También pronostican lluvias un poco más abundantes que las habituales pero que no serán suficientes para revertir el déficit de precipitaciones que sufre nuestro país.
Horas después de ser designada como la primera mujer en 150 años –y la primera científica de América– al frente de la Organización Meteorológica Mundial, Celeste Saulo asegura que se trata no solo de un hito continental sino también de “un logro que representa a la ciencia que está al servicio de la sociedad”. El desafío de fortalecer a los servicios meteorológicos nacionales de todo el planeta para hacer frente a una crisis climática acuciante.
El último informe del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas remarca otra vez la urgencia por reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Carolina Vera, científica argentina que integra ese grupo, habló con NEXciencia y advirtió que los obstáculos para alcanzar ese objetivo no son tecnológicos ni de recursos sino que se trata de un problema social, político y económico.
Dos informes elaborados por expertas y expertos de diferentes instituciones anticipan un otoño con temperaturas medias superiores a las normales para la época en buena parte del país y la probabilidad de que haya días extremadamente cálidos. La buena noticia es que afloja la sequía ya que se espera que las lluvias regresen a sus valores normales o incluso levemente superiores.
Un nuevo satélite internacional permitirá obtener mediciones más precisas de las dinámicas de ríos y océanos. Se estima que mejorará los estudios del cambio climático y la comprensión del ecosistema marino. Un equipo argentino es uno de los pocos del mundo que participará en la etapa de validación y calibración.