El biólogo Eduardo Rapoport nació en Buenos Aires, se graduó en la Universidad de La Plata donde también obtuvo su doctorado en 1956. Los vaivenes políticos lo empujaron por un largo periplo con varias idas y venidas, acompañado siempre por un crecimiento científico y un reconocimiento en aumento. Descubrió decenas de especies nuevas y desde hace 20 años que trabaja en el estudio de malezas comestibles, a las que denomina “buenezas”.
biología
Un grupo de investigadores, muchos de ellos con doble formación en Biología y en Filosofía, integran un equipo dedicado al estudio de grandes preguntas filosóficas sobre la ciencia. Dirigidos por Guillermo Folguera trabajan sobre una perspectiva crítica de la práctica científica.
Las conocemos como ingredientes saludables de nuestra dieta. Pero puede ser difícil imaginarlas como moléculas con insatisfacciones permanentes. Analizar su “malestar” no es tarea de psicólogos. Es una empresa llevada a cabo por científicos de áreas diversas que quieren comprender cómo hacen las proteínas para efectuar la multimillonaria cantidad de acciones que sostienen la vida.
Diego Moreno es biólogo de Exactas. Desde antes de recibirse empezó a trabajar en la Fundación Vida Silvestre, organización de la cual hoy es director general. En esta entrevista, afirma que cada vez hay más puestos de gestión para biólogos y sostiene que la carrera debería incorporar ciertos saberes que les faciliten a los estudiantes ocupar este tipo de cargos.
Alejandro Cittadino se doctoró en Biología en la Facultad en 1995. Dificultades económicas lo impulsaron a buscar alternativas laborales. Actualmente, además de seguir dando clases en Exactas, está a cargo de los monitoreos ambientales del CEAMSE. En esta charla, asegura que existen numerosos puestos de trabajo para biólogos, pero por desconocimiento, la industria y el Estado recurren a otros profesionales.
Un equipo de investigadores de Exactas-UBA demostró que estos insectos, que son vectores de la Enfermedad de Chagas, poseen capacidades cognitivas. Esta aptitud les permite mejorar sus respuestas de escape ante algún peligro, una conducta clave para su supervivencia.