
Semillas de quinoa fueron halladas en los años 70 en Los Morrillos, en la localidad de Barreal, en San Juan. Estaban en una vasija de calabaza. Las bajas temperaturas y el clima seco contribuyeron a mantenerlas momificadas. Pero los estudios químicos y moleculares mostraron que murieron en forma muy lenta. Se trata de semillas domesticadas, lo que indica que hace muchísimos años que los pueblos originarios ya la cultivaban.