
Ante el daño que produce la radiación solar en las células de la piel, éstas responden rápidamente para repararlo. Esa maquinaria no siempre es eficiente, y en algunas enfermedades hereditarias se encuentra afectada. Un estudio que se publica hoy en tapa de Cell Reports, realizado por un equipo de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, desentraña cómo funciona ese complejo mecanismo.