Al oeste de la Península Antártica, unos diminutos vegetales de los océanos, conocidos genéricamente con el nombre de fitoplancton, que están muy alejados de la civilización parecen sufrir sus contaminantes. Desde hace más de veinte años, científicos argentinos siguen de cerca sus vaivenes en tiempos de cambio climático.
Antártida
Cada año la primavera desnuda el agujero de ozono. A través de las imágenes satelitales se ve una mancha violeta sobre la Antártida que luego se esparce sobre Argentina y Chile mientras llega el verano. Aunque los pronósticos son optimistas respecto a la recuperación de la capa, el proceso llevará unos ochenta años. Hasta que eso suceda, los investigadores monitorean la pérdida de ozono y su principal consecuencia: la llegada de la radiación solar ultravioleta a la Tierra.
Fue parte de la expedición que halló restos del primer dinosaurio en la Antártida. Se trata de Roberto Scasso, geólogo de Exactas UBA quien, a través del estudio de los sedimentos, trata de desentrañar datos del ayer del continente blanco.
Se sumerge a fondo en sus investigaciones, desciende hasta treinta metros en las aguas heladas del Ártico y la Antártida para estudiar los organismos que habitan las profundidades marinas. El biólogo Ricardo Sahade desborda pasión, la misma que le contagió a él Jacques Cousteau.
Silvia Marcomini y Rubén López son geólogos de Exactas que monitorean cientos de kilómetros costeros de las provincias de Buenos Aires, Río Negro y Chubut, e incluso de la Antártida. Mientras otros están de vacaciones, ellos –que son pareja desde hace años– trabajan en medir la erosión y el deterioro del litoral argentino.
Así se llama en la jerga científica a quienes han trabajado en los dos polos: la Antártida y el Ártico. Tal es el caso del doctor en Geología Juan Manuel Lirio, con 30 expediciones en carpa en latitudes australes y una campaña en territorio cercano al Polo Norte. En esta región boreal, es una de las últimas personas en vivió en la isla que hoy es una reserva de osos polares y no puede ser pisada por humanos.