Además de actuar como antiviral y antiinflamatorio, la droga VIREST, creada por investigadores de Exactas UBA y ganadora del premio INNOVAR 2014, acaba de lograr una patente de los Estados Unidos por su capacidad para inhibir el crecimiento de los vasos sanguíneos, un fenómeno habitual durante el desarrollo tumoral. Un laboratorio farmacéutico nacional la está desarrollando.
Gabriel Stekolschik GSTEKOL@DE.FCEN.UBA.AR
Bioquímico y Master en Comunicación Científica. Integrante del Centro de Divulgación Científica (Exactas-UBA).
Publicaciones
Aunque todavía parece un asunto de la ciencia ficción, una tecnología incipiente y, por ahora, relativamente poco conocida, preanuncia que no está tan lejos el momento en el que el hogar pueda ser un lugar de producción de casi todo tipo de bienes.
Un equipo de investigadores de Exactas UBA desarrolló un test que permite predecir, con más de dos años de anticipación, si una persona sufrirá un brote psicótico. La técnica se vale del análisis automático del discurso de personas consideradas en riesgo de sufrir tal evento. La primera prueba, que incluyó a 34 individuos, predijo que 5 de ellos padecerían un brote. Y así fue.
La explosión de las tecnologías inalámbricas y de la telefonía celular, así como la presencia creciente de ciertos electrodomésticos en el hogar, incrementa paulatinamente nuestra exposición a las radiaciones no ionizantes. Se sabe que éstas aumentan la temperatura del cuerpo, pero la insuficiencia de estudios genera incertidumbres que obligan a una gestión personal del riesgo.
Un equipo multidisciplinario de investigadores argentinos determinó cuantitativamente de qué manera las distracciones que provoca el teléfono celular afectan el diálogo cara a cara entre dos individuos. Los resultados muestran que la desatención ocasionada por el dispositivo no solo altera la percepción del relato sino, también, la apreciación acerca de la otra persona.
Un equipo de investigadores argentinos descubrió que, en etapas tempranas de la enfermedad, ciertas células del cerebro utilizan la llamada “vía autofágica” para intentar eliminar los depósitos de proteína amiloide, causantes de la patología neurodegenerativa. Ahora, los científicos se proponen estimular esa vía para ayudar a las células cerebrales a lograr su objetivo.