
Se comprobó por primera vez en seres humanos. Recuerdos que parecían perdidos se recuperan mediante una situación de estrés leve. El trabajo, desarrollado por investigadores del Laboratorio de Neurobiología de la Memoria del IFIByNE, que pertenece a la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y el Conicet, fue publicado en la revista Neuroscience.