La señal de saciedad es más importante de lo que se pensaba. En efecto, un equipo de investigación argentino identificó un gen maestro que ya se expresa en el embrión temprano, y que controla la activación de la señal que hace que dejemos de comer. Si ese gen falla, se cae todo el sistema. Frente a la pandemia de obesidad, este trabajo pone en evidencia de qué manera nuestro genoma está programado desde el desarrollo para que comamos sólo lo necesario.
saciedad
Un equipo de científicos identificó un gen de gran importancia en el circuito de la saciedad. Su alteración impide que las neuronas envíen la señal que nos hace dejar de comer y puede predisponer al sobrepeso. El descubrimiento representa un avance en el diagnóstico de los desórdenes alimenticios.
Dos argentinos, ambos profesores de Exactas UBA e investigadores del CONICET, fueron elegidos entre los once científicos de países en desarrollo premiados por la Academia Mundial de Ciencias en su 25ta. reunión general llevada a cabo en Omán. Daniel de Florian y Marcelo Rubinstein fueron los únicos investigadores latinoamericanos que recibieron esta distinción.
Un experimento con ratones mostró que la obesidad es reversible sólo si es atendida en una etapa temprana. Pero, si lleva mucho tiempo de instalada, los mecanismos del cerebro conducen a los individuos a mantener el exceso de peso como si fuera el estado normal. El trabajo que firma Marcelo Rubinstein, profesor de Exactas UBA, fue publicado en el Journal of Clinical Investigation.