
Un exhaustivo trabajo de análisis estadístico de investigadores argentinos demostró el impacto positivo de la inmunización contra el SARS-CoV-2 en niños, niñas y adolescentes, y reveló que las tasas más altas de mortalidad se dieron en los grupos etarios donde la cobertura fue menor. Sugieren revisar la recomendación de los organismos sanitarios internacionales de no vacunar a niños que no tengan comorbilidades.