¿Qué le pasa por la cabeza a cualquier animal cuando persigue y captura una presa? ¿Cómo decide qué cazar, cuál es el momento apropiado para iniciar la persecución o cómo evalúa el valor del riesgo y la recompensa? Estos son algunos de los interrogantes estudiados por un equipo de investigadores e investigadoras utilizando, como modelo, un cangrejo. Entender estos mecanismos del cerebro puede ayudar al diseño de sistemas artificiales o “robots biológicamente inspirados”.
neurociencias
Las investigaciones en torno a las moléculas psicodélicas fueron canceladas a fines de los años 60. Sin embargo, volvieron hace una década con un gran potencial para producir medicinas psiquiátricas. En Argentina, un equipo de investigadores e investigadoras lleva adelante un estudio histórico en dos sentidos: es el primero en estudiar la molécula aislada de DMT y lo hace en un contexto natural de consumo.
Lejos de ser irreversibles, las consecuencias de la malnutrición durante etapas tempranas pueden ser revertidas con un ambiente enriquecido en experiencias estimulantes, que no sólo cambian el comportamiento, sino también logran modificaciones moleculares en el organismo. Esta conclusión es el resultado de un estudio en ratones llevado a cabo por un equipo de investigadoras e investigadores argentinos.
La señal de saciedad es más importante de lo que se pensaba. En efecto, un equipo de investigación argentino identificó un gen maestro que ya se expresa en el embrión temprano, y que controla la activación de la señal que hace que dejemos de comer. Si ese gen falla, se cae todo el sistema. Frente a la pandemia de obesidad, este trabajo pone en evidencia de qué manera nuestro genoma está programado desde el desarrollo para que comamos sólo lo necesario.
Jorge Armony es físico de Exactas UBA y se doctoró investigando en partículas subatómicas. Viajó al exterior y allí su carrera tomó un camino poco habitual: desde hace dos décadas trabaja en neurociencias. Actualmente, integra el Departamento de Psiquiatría de la Universidad McGill en Montreal. De paso por Buenos Aires, cuenta cómo el azar fue clave en su devenir profesional y asegura que los físicos podrían colaborar mucho más en el ámbito de las ciencias biomédicas.
El diagnóstico clínico para discriminar si un paciente se encuentra en estado vegetativo o si posee algún vestigio de conciencia es muy difícil: el error puede superar el 40%. La distinción es crucial para el tratamiento. Científicos de Argentina y de Francia diseñaron una herramienta simple, económica y altamente confiable que permite diferenciar automáticamente ambos estados de conciencia.