Un proyecto científico nacido de una demanda social y enfocado en resolver un problema crucial para los cuerpos de agua dulce ganó el premio INNOVAR en la categoría “investigación aplicada”. El dispositivo permite medir la presencia de cianotoxinas en el agua de forma económica. Son toxinas muy dañinas para los animales y las personas y, en casos extremos, resultan letales.
Alejandro Nadra
Un consorcio internacional de investigación, con fuerte presencia argentina, consiguió un importante subsidio para desarrollar un dispositivo que permita detectar la presencia de plomo en el agua de consumo diario. El proyecto, llamado PlomBOX, apunta a construir un equipo de bajo costo y fácil de usar que posibilite mediciones generalizadas y sistemáticas para luchar contra este problema global de contaminación. La ingesta de plomo puede causar daños muy graves a la salud, especialmente en los niños.
Diversos grupos de investigación con especializaciones complementarias, pertenecientes a diferentes instituciones públicas del sistema científico nacional, se unieron para trabajar en conjunto en el diseño y la preparación de herramientas útiles para el diagnóstico, el tratamiento y la prevención de la COVID-19. En una primera etapa estarán abocados a la producción de una proteína que es la llave de entrada del virus en las células humanas.
Se llevó a cabo en Ciudad Universitaria la primera reunión de TECNOx, una competencia en la que grupos interdisciplinarios de estudiantes de distintos países de América Latina presentaron proyectos que buscan soluciones, utilizando tecnologías disruptivas, para problemas concretos que sufren sus sociedades. El evento, que contará con sucesivas ediciones, promueve, además, la conformación de una comunidad de innovación en la región.
Uno de cada diez habitantes de la Argentina puede estar consumiendo agua con niveles elevados de este tóxico que, a lo largo de los años, genera no pocos trastornos de salud e incluso la muerte. Los especialistas estudian mejorar los métodos de detección, así como las formas de remoción.
Un equipo de Exactas UBA, encabezado por el biólogo Alejandro Nadra, fue distinguido con el primer premio en la categoría Producto Innovador en el concurso INNOVAR. El proyecto, denominado SensAr, consiste en un biosensor que permite detectar arsénico en el agua de modo sencillo y a bajo costo.