Un equipo de investigación argentino, con colaboración internacional, salió del laboratorio e hizo pruebas en el terreno con un conocido insecto invasor, la hormiga argentina. El objetivo era conocer cómo respondían ante la presencia de cebos tóxicos, el método más recomendado para su control. Los resultados fueron sorprendentes.
insectos sociales
Un grupo de investigación de Exactas UBA “le preguntó” a las abejas cómo decidían entre recoger polen o recolectar néctar para llevar a la colmena. Preguntaron en el momento justo. Y la respuesta que obtuvieron cambió una idea que había prevalecido en la ciencia durante la última década.
Conocida en todo el mundo como la hormiga argentina, es considerada una de las cien peores especies invasoras por los daños que provoca en los cultivos. Este insecto acaba de escalar alto en el país y llegó a Salta. Investigaciones recientes advierten que está próxima a la zona productiva de vides de Cafayate, alertan acerca de sus peligros y aconsejan medidas preventivas.
Ante un determinado problema, los organismos que vivimos en grupo tenemos la posibilidad de elegir resolverlo tanto de manera individual como colectivamente. Esta ventaja es clave cuando lo que está en juego es la supervivencia de una población.
Se realizó en Exactas UBA la Primera Reunión de Biología del Comportamiento del Cono Sur. La conferencia inaugural estuvo a cargo del argentino Flavio Roces, investigador de la Universidad de Würzburg, Alemania. Roces, especialista en fisiología del comportamiento, investiga en hormigas cómo la respuesta de los individuos está influenciada por el grupo, y ello permite que generen, en forma descentralizada, una respuesta coordinada.
Estudios recientes comprobaron que ejemplares individuales de hormigas carpinteras determinan su comportamiento basándose más en lo que le dicen sus compañeras que en su propio criterio. Esto ocurrre aun si esa decisión puede ocasionarles la muerte.