Un grupo de investigación argentino desarrolló una herramienta que permite determinar si una afirmación efectuada por un político es verdadera o es falsa. Se trata de un método que puede replicar con un alto grado de eficacia y de manera más rápida el trabajo de las agencias de chequeo de información
Guillermo Solovey
A contramano de lo que sucede habitualmente en la ciencia, se publicaron los resultados negativos de un estudio sobre el autismo.
Cuando buscamos un objeto, nuestros ojos efectúan saltitos casi imperceptibles a partir de la información que va recopilando el cerebro. Esos movimientos mínimos de la mirada intentan predecirse mediante algoritmos, que las neurociencias aprovechan para tratar de interpretar los procesos neuronales subyacentes. En un experimento con voluntarios, un equipo de investigación de Exactas UBA logró un avance en ese sentido.
La imposibilidad de realizar experimentos presenciales con voluntarios impulsó a los investigadores en neurociencias a elaborar y optimizar alternativas remotas que les permitan proseguir sus indagaciones sobre memoria, habla, percepción y otros fenómenos de la cognición humana. Convocan a participar de los experimentos online.
Se suele suponer que el cerebro usa cierta información previa para completar una imagen vista de reojo o con poca atención. Pero eso no ocurrió en un experimento realizado en Estados Unidos y la Argentina. Estos resultados abrieron paso a nuevas investigaciones en redes sociales y medios de comunicación para saber cómo reaccionan ante el mismo dato las personas que piensan opuesto.