Un estudio realizado a partir del relevamiento de 122 cuerpos de agua de la Argentina, afectados por floraciones de bacterias potencialmente tóxicas, mostró que la mayoría de estos sistemas acuáticos exceden ampliamente el nivel de alerta establecido por la OMS para aguas de consumo humano y recreación. Su ingesta puede afectar el hígado y el sistema nervioso e, incluso, causar la muerte.
contaminación en aguas
Las cianobacterias, son capaces de producir diversos tipos de toxinas que dificultan la provisión de agua potable. Hay situaciones en que la concentración de cianotoxinas en el agua de consumo supera los umbrales permitidos por la Organización Mundial de la Salud. En esos casos es necesario interrumpir el suministro e informar al público sobre el potencial riesgo sanitario.
Diversos estudios dan cuenta de la presencia de fármacos de uso humano, en particular analgésicos y antidepresivos, en ríos y lagunas, con posible impacto en la vida acuática. Por ello, un equipo de investigadores indagó en peces los efectos de un antidepresivo de consumo mundial, y observó modificaciones en la reproducción y en la ingesta de alimento.
Experimentos recientes llevados a cabo con ciertas especies nativas de moluscos determinaron que estos animales son capaces de detectar la presencia en el agua de algunos de los pesticidas que se usan en forma habitual en nuestro país.
Argentina posee altos niveles de arsénico en sus napas subterráneas lo que implica un peligro para la salud de buena parte de la población. Un estudio reciente propone un método más barato, simple y eficaz que los utilizados hasta ahora para extraer este veneno del agua. Se basa en la aplicación de sustancias presentes en las tierras rojas de Misiones y Formosa.
Utilizando cáscara de naranja, un equipo de investigadores argentinos y españoles desarrolló un método que apunta a remover los llamados “contaminantes emergentes”, un conjunto de sustancias que invade silenciosamente el medioambiente y que constituye un riesgo potencial para la salud.