Un trabajo científico reveló que la ingesta de grasas durante la infancia y la adolescencia altera la formación de nuevas neuronas y la conectividad entre ellas antes de que el individuo alcance la adultez. También se demostró que afecta la memoria en esa etapa temprana de la vida. El estudio se efectuó en ratones alimentados con una dieta ligeramente aumentada en lípidos.
cerebro
Lejos de ser irreversibles, las consecuencias de la malnutrición durante etapas tempranas pueden ser revertidas con un ambiente enriquecido en experiencias estimulantes, que no sólo cambian el comportamiento, sino también logran modificaciones moleculares en el organismo. Esta conclusión es el resultado de un estudio en ratones llevado a cabo por un equipo de investigadoras e investigadores argentinos.
El amanecer y el anochecer desafían a nuestra visión. Estar preparado para un cambio en la iluminación puede ser crítico para la supervivencia. Un equipo de científicos de Alemania y de Argentina desentrañó un mecanismo ancestral que nos hace agudizar la vista en esos dos momentos diarios en los que la luz solar flaquea.
La ingesta de grasas durante la juventud podría predisponer a sufrir enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer. Investigadores de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA demostraron que, en ratones de pocos meses de vida, un ligero aumento de lípidos en su dieta provoca desórdenes metabólicos, problemas en el aprendizaje, ansiedad, depresión y señales de envejecimiento en el cerebro. Y todo eso sin aumentar de peso.
Científicos argentinos realizaron avances para descifrar cómo es el sutil mecanismo cerebral que lleva a un animal a huir en una dirección en lugar de otra cuando se aproxima una amenaza.
Científicos de Exactas UBA, utilizando métodos computacionales, postularon un nuevo modelo para entender cómo toma decisiones el cerebro frente a situaciones de incertidumbre. Esta nueva visión permite entender no sólo de qué manera "discuten" las neuronas antes de definirse sino también posibilita estimar el nivel de confianza que el propio cerebro le otorga a esa determinación.