Con cifras récord de contagios en América Latina, Nicolás Schweigmann, director del Grupo de Estudios de Mosquitos de Exactas UBA, asegura que no se cumplió con el Plan Maestro que se diseñó para la Ciudad en 2016: la prevención debería comenzar en invierno, antes de que eclosionen los huevos de Aedes aegypti. Hay presencia del insecto en todos los barrios, aun en zonas donde antes no se lo detectaba. Las obras en construcción, un foco de proliferación.
Nicolás Schweigmann
Comenzó la temporada de la especie que trasmite el virus del dengue, zika, fiebre amarilla y chikungunya, entre otras enfermedades. Ahora es el momento de prevenir, resulta clave descacharrar y dar vuelta todo lo que acumule agua y permita el desarrollo de criaderos.
La última información provista por el Grupo de Estudio de Mosquitos arroja que ya son siete los puntos donde se registró presencia de Aedes aegypti en la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano. El mosquito que trasmite el dengue, entre otras enfermedades, se anticipó un mes esta temporada. Críticas a las políticas de prevención.
Un estudio científico, que abarcó 200 sitios de la ciudad, analizó la abundancia del mosquito Aedes aegypti a lo largo de 16 años y la relacionó con el clima. Los resultados muestran que la cantidad de este insecto es cada vez mayor, que se está expandiendo, y que está aumentando el período de riesgo epidemiológico. Esto no se debe a variaciones en el clima; hay otras hipótesis.
Nicolás Schweigmann, profesor e investigador de Exactas UBA con una larga experiencia en el estudio de mosquitos, encabezó una charla abierta con el objetivo de brindar precisiones sobre distintos aspectos relacionados con esta enfermedad y con su agente transmisor: el Aedes aegypti. Durante el encuentro surgieron múltiples ejemplos de informaciones equivocadas que circulan habitualmente por los medios y que pueden derivar en acciones inútiles e incluso peligrosas para las personas y el ambiente.
El Aedes aegypti, portador del virus del dengue, chikunguña y zika, está en la etapa de máxima abundancia en Buenos Aires, situación que se extenderá hasta marzo o abril. Investigadores de Exactas UBA, que monitorean al insecto desde 1998, proponen el desarrollo de una estrategia de “manzanas seguras” como la única medida efectiva para eliminar este mosquito, que no se reproduce en ambientes silvestres. El objetivo es eliminar de los hogares todo recipiente que pueda servir como criadero. “Sin mosquito no habrá transmisión de la enfermedad”, aseguran.