Un grupo de investigación de Exactas UBA probó con éxito sustancias que funcionan como repelentes de mosquitos. Se trata de compuestos de origen natural que, a diferencia de los productos sintéticos que se utilizan hoy en día, actúan sobre el sistema gustativo del animal y, por lo tanto, son más efectivos y tienen mayor duración.
Romina Barrozo
En la búsqueda de un repelente que evite la picadura de la vinchuca, insecto transmisor del Mal de Chagas, un equipo de investigación de Exactas UBA realizó un avance significativo.
Utilizando imágenes obtenidas a partir de un microscopio electrónico, un equipo de científicas argentinas describió, por primera vez, estructuras del aparato bucal de este insecto que son usadas cuando pica nuestras cabezas. El próximo paso apuntará a desarrollar repelentes eficaces.
Un equipo de investigación de la Argentina demostró, por primera vez, el efecto fisiológico que distintos componentes amargos producen en el insecto transmisor de la enfermedad de Chagas. Una de ellos, la cafeína, reduce a la mitad su supervivencia. Este hallazgo es un paso más en la búsqueda del desarrollo de repelentes gustativos que eviten que las vinchucas piquen a las personas.
El sabor de un alimento nos advierte si éste puede ser bueno o peligroso para la salud. Por eso, tendemos a aceptar el dulce y a rechazar el agrio y el amargo. En cambio, el gusto salado puede tanto provocar apetito como aversión. Científicos argentinos descubrieron el mecanismo de esta dualidad en las vinchucas. Ahora, buscan utilizar ese conocimiento para desarrollar un repelente.