Grandes masas de algas de color verde fosforescente están invadiendo las aguas del Río de la Plata. Las autoridades advierten sobre los riesgos para la salud. Las noticias lo reflejan como un fenómeno natural. Entretanto, acaba de publicarse un estudio científico internacional que reveló cuáles son los principales causantes del crecimiento exagerado de las cianobacterias. Los resultados sorprendieron a los propios investigadores.
Inés O’Farrell
En estos días, las costas de Puerto Madero, San Isidro, San Fernando y Tigre muestran aguas de un color verde intenso a raíz de la multiplicación de un tipo de bacterias. Originado por causas naturales y de contaminación, este fenómeno supone riesgos para la salud de las personas, de los animales, y promete mantenerse toda la temporada.
Un estudio realizado a partir del relevamiento de 122 cuerpos de agua de la Argentina, afectados por floraciones de bacterias potencialmente tóxicas, mostró que la mayoría de estos sistemas acuáticos exceden ampliamente el nivel de alerta establecido por la OMS para aguas de consumo humano y recreación. Su ingesta puede afectar el hígado y el sistema nervioso e, incluso, causar la muerte.
Hasta hace poco, en todo el mundo se los combatía y eran sinónimo de las peores pestes, a pesar de que son sitios de reserva y purificación de agua, que amortiguan inundaciones y mitigan los efectos del cambio climático. Hoy se los revalorizó, y la Argentina discute en el Congreso Nacional proyectos para su preservación y manejo sustentable.
El exceso de nutrientes en el agua no es un hecho beneficioso sino, por el contrario, síntoma de contaminación. El equipo de investigadores que dirige Inés O’Farrell se dedica al estudio de poblaciones de cianobacterias potencialmente tóxicas y formadoras de floraciones que suelen aparecer en aguas cuyo equilibrio ecológico se ha visto perturbado.