Adriana De Siervi es bióloga. Completó su licenciatura y doctorado en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA y luego la crisis la impulsó a irse a Estados Unidos. Después de cinco años, y ya a punto de establecerse de manera definitiva, decidió volver al país.
biología
Cierto tipo de hongos -los hongos lignocelulolíticos- son capaces de degradar la celulosa. Los investigadores del equipo encabezado por Flavia Forchiassin estudian, entre otras cosas, su posible aplicación en tareas de biorremediación.
El grupo de investigación de Evolución y Filogenia investiga las relaciones entre especies de un mismo grupo y las relaciones entre especies diferentes, producidas a través de procesos de hibridación y simbiosis. Para ello se basó en roedores subterráneos y hongos asociados a gramíneas sudamericanas.
Los crustáceos decápodos son invertebrados que presentan gran diversidad de formas de reproducción, crecimiento y alimentación. Son un importante modelo para estudiar su biología y otros aspectos ecológicos aplicados, como por ejemplo la ecotoxicología, porque abarcan más de 10.000 especies, habitan distintos ambientes y presentan variadas formas de vida.
Nuestros genes no nos condenan, ni nos salvan. De hecho, si no están activos, es como si no estuvieran. De hecho, son encendidos o apagados por diversos factores, algunos de ellos ambientales. Numerosos grupos de investigación estudian las huellas químicas de esas modificaciones. Lo interesante es que podrían ser heredables.
Los investigadores del Laboratorio de Citogenética y Evolución analizan la estructura, función y comportamiento del genoma dentro de sus compartimentos: los cromosomas. La citogenómica combina los conocimientos de la citogenética tradicional y de la biología molecular. Este abordaje se aplica tanto a las plantas como a los artrópodos.