Las esponjas son los organismos multicelulares más primitivos y todavía guardan secretos en el fondo del mar. Un equipo de investigación acaba de encontrar que la Dendrilla antarctica produce un compuesto con actividad antiincrustante que le permitiría mantener despejados los poros a partir de los cuales se alimenta.
Atlántico Sur
Un grupo de investigadores argentinos participa de la expedición global Misión Microbioma, liderado por la Fundación Tara Ocean, con el fin de estudiar los efectos del cambio climático en las poblaciones de fitoplancton en el talud continental. Estos microorganismos tienen un rol clave en la red trófica de los mares y en la captura de dióxido de carbono de la atmósfera.
¿Qué es el viento? Aire en movimiento. Así de simple. Y sin embargo, es mucho más, sobre todo en Patagonia. Es que cuando las ráfagas avanzan en la región más austral del continente, llevan consigo polvo y ese polvo aporta nutrientes al mar, que resultan fundamentales para la vida en el océano, pero también podrían transportar bacterias y virus.
La Corriente de Brasil en el Atlántico Sur viene aumentando la temperatura desde hace tres o cuatro décadas. Esto genera que algunas especies de peces e invertebrados se desplacen hacia el Sur en busca de aguas más frías. Estas alteraciones, que repercuten en el equilibrio marino y en la industria pesquera, son analizadas en investigaciones publicadas recientemente.
Ricardo Matano, oceanógrafo argentino, hoy en la Universidad de Oregon de Estados Unidos, estudia modelos que simulan fenómenos para entender los motivos de la gran productividad de fitoplancton o plantas flotantes, que convierten al Atlántico Sur en una zona sumamente fértil.