La memoria tiene sus vueltas, que desde hace años la ciencia intenta develar. Pero no está sola, las emociones también juegan, y aún más, dejan huellas que sólo un ansiolítico puede calmar, por lo menos en crustáceos. Un grupo de investigación que utiliza cangrejos como modelo animal en sus experimentos busca echar luz en los vericuetos del cerebro a la hora de recordar.