Jan Hemmi y Daniel Tomsic son biólogos y especialistas en crustáceos. Uno de ellos los estudia en Australia, y el otro en la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires, en la Argentina. Durante un tiempo mantuvieron discrepancias en los resultados de sus investigaciones, pero un encuentro en Punta Rasa, donde el Río de la Plata se mezcla con el mar atlántico, zanjó la diferencia.
cangrejos
El glifosato es uno de los herbicidas más utilizados en el mundo. Su toxicidad es materia de controversia. En el Laboratorio de Fisiología de Crustáceos, un equipo de investigadores dirigido por Enrique Rodríguez estudia los posibles efectos de herbicidas –como el glifosato y la atrazina– sobre especies acuáticas de invertebrados.
La respuesta intuitiva sería "nada". Sin embargo, estudios recientes demuestran que comparten una parte importante del cerebro llamada "centro de memoria de orden superior". El hallazgo es una evidencia de que el sistema nervioso de diversos grupos de seres vivos tuvo un origen evolutivo común.
La mayor o menor amenaza de predadores produce cambios en el comportamiento de los animales. Ahora un equipo de investigadores demostró, en dos poblaciones de cangrejos de la misma especie, que esos cambios se manifiestan también en las neuronas.
Científicos argentinos realizaron avances para descifrar cómo es el sutil mecanismo cerebral que lleva a un animal a huir en una dirección en lugar de otra cuando se aproxima una amenaza.
De acuerdo con estudios llevados a cabo por investigadores de Exactas UBA, cangrejos de estuario y langostas de agua dulce sufren cambios que perjudican sus procesos de reproducción y crecimiento cuando entran en contacto con el glifosato y la atrazina, los dos plaguicidas más utilizados en el país.