A las 11.53 del 14 de septiembre de 2015 la pantalla del físico de guardia Marco Drago, en el Instituto Max Planck (Hannover, Alemania), le indicaba la entrada de un correo automático desde los sensores del complejo experimental LIGO (Estados Unidos). ¿Su contenido?, los datos de una colosal evidencia empírica esperada por casi veinticinco años y predicha por Einstein casi un siglo antes. El regalo perfecto para el cumpleaños número cien de la Teoría General de la Relatividad.
ondas gravitacionales
Mario Díaz es uno de los tres investigadores argentinos que forma parte de LIGO, la colaboración científica que en septiembre del año pasado revolucionó la física al confirmar la existencia de ondas gravitacionales. De paso por Buenos Aires, Díaz mantuvo una charla con NEX en la que analizó la importancia de este hallazgo y anticipó que, en el corto plazo, habrá muchas más detecciones de ondas gravitacionales.
Científicos a cargo del proyecto LIGO anunciaron la detección de manera directa, por primera vez en la historia, de las ondas gravitacionales que habían sido postuladas por Einstein hace un siglo. La confirmación de la existencia de estas ondas abre una nueva etapa en la astronomía ya que su estudio brindaría información clave para desentrañar algunos de los principales misterios de la astrofísica actual, entre ellos, el origen del universo.