Es un dispositivo óptico con el potencial de detectar e identificar una molécula única en una muestra, mediante técnicas de microscopía y espectroscopía. Fue desarrollado por científicos argentinos e ingleses. Podría tener aplicaciones en medicina y en la industria.
nanotecnología
Marcos de aluminio de colores que varían según el ángulo de donde se los observe, objetos de diseño, pantallas LED, filtros de fibra óptica -claves para la comunicación-, son algunos de los posibles usos de este desarrollo que está poniéndose a prueba en la primera planta piloto de nanotecnología para el tratamiento de superficies en la Argentina.
Unas proteínas que pueden estar en la sangre en muy baja cantidad y cuya presencia les permite a los médicos elaborar diagnósticos, podrán ahora ser detectadas a partir de un nuevo método diseñado por un grupo de científicos de Exactas UBA. El proyecto acaba de recibir uno de los premios más destacados en la nueva edición del concurso INNOVAR
Dos norteamericanos y un alemán ganaron el premio por haber diseñado microscopios ópticos que permiten eludir un límite –hasta ahora considerado infranqueable- que impedía observar con detalle el mundo de lo infinitamente pequeño. Uno de estos “nanoscopios” está en Exactas UBA y fue construido por Mariano Bossi, profesor de la Facultad que trabaja con uno de los galardonados.
Un dispositivo que mide presión y campo magnético, y está compuesto por un material orgánico, flexible, con pequeñas partículas que conducen la electricidad, fue desarrollado por investigadores de Exactas-UBA. Puede sumergirse en un líquido y medir altas presiones, por ejemplo, en un pozo de petróleo. La patente está en trámite en el CONICET.
El miércoles 29 de mayo dio una charla abierta Emiliano Kargieman, fundador y CEO de Satellogic, la empresa que desarrolló el nano satélite “Capitán Beto”, el primero de plataforma abierta enteramente nacional. Contó su relación con la tecnología y el nacimiento y desarrollo de un emprendimiento que está actualmente orbitando el planeta.