Muchos expertos consideran que la humanidad se encamina hacia una segunda revolución cuántica cuyos alcances resultan hoy difíciles de imaginar. Natalia Ares hace más de una década que estudia e investiga en Londres. En su laboratorio, trabaja en la aplicación de la inteligencia artificial para mejorar el control sobre los dispositivos cuánticos. En esta entrevista cuenta los alcances y las limitaciones que enfrentan estos desarrollos en la actualidad y confía en que estas tecnologías estarán disponible en un futuro no muy lejano.
Física cuántica
Un laboratorio argentino logró, por primera vez en América Latina, atrapar y manipular un ion frío. Se trata de una tecnología que manejan menos de 20 países en el mundo. La exitosa puesta en marcha de esta trampa de iones permitirá avanzar en investigaciones básicas y aplicadas sobre diferentes aspectos de la mecánica cuántica como el procesamiento cuántico de la información y la metrología.
Un equipo de investigadores de Exactas UBA pudo comprobar experimentalmente una idea que ellos mismos postularon hace dos años y que alcanzó una amplia repercusión internacional. Además, el experimento permitió demostrar la validez de ciertas leyes de la Física.
En el Departamento de Física de Exactas UBA se está terminando de armar un nuevo laboratorio de características únicas en América Latina que permitirá la captura y manipulación de iones fríos, y su utilización en investigación básica y aplicada. Se trata de una tecnología que dominan menos de veinte países en el mundo. El proyecto posibilitará el estudio de algunos de los aspectos más extraños de la mecánica cuántica.
Investigadores de Exactas UBA proponen un modo de medir una magnitud como el trabajo en un sistema cuántico sin que éste pierda durante el proceso sus propiedades cuánticas, es decir, que pueda encontrarse en varios estados al mismo tiempo. Asimismo, desarrollaron un algoritmo que permite calcular eficientemente determinadas cantidades de interés físico en una computadora cuántica.
Un investigador del Instituto de Física de Buenos Aires desarrolló una herramienta sencilla y gratuita, basada en una imitación de una función de la física cuántica, que permite enviar mensajes por internet con la seguridad de que nadie podrá ver su contenido. Una vez leído por el destinatario, el texto desaparece de la web sin dejar rastros.