Un laboratorio argentino logró, por primera vez en América Latina, atrapar y manipular un ion frío. Se trata de una tecnología que manejan menos de 20 países en el mundo. La exitosa puesta en marcha de esta trampa de iones permitirá avanzar en investigaciones básicas y aplicadas sobre diferentes aspectos de la mecánica cuántica como el procesamiento cuántico de la información y la metrología.
Física cuántica
Un equipo de investigadores de Exactas UBA pudo comprobar experimentalmente una idea que ellos mismos postularon hace dos años y que alcanzó una amplia repercusión internacional. Además, el experimento permitió demostrar la validez de ciertas leyes de la Física.
En el Departamento de Física de Exactas UBA se está terminando de armar un nuevo laboratorio de características únicas en América Latina que permitirá la captura y manipulación de iones fríos, y su utilización en investigación básica y aplicada. Se trata de una tecnología que dominan menos de veinte países en el mundo. El proyecto posibilitará el estudio de algunos de los aspectos más extraños de la mecánica cuántica.
Investigadores de Exactas UBA proponen un modo de medir una magnitud como el trabajo en un sistema cuántico sin que éste pierda durante el proceso sus propiedades cuánticas, es decir, que pueda encontrarse en varios estados al mismo tiempo. Asimismo, desarrollaron un algoritmo que permite calcular eficientemente determinadas cantidades de interés físico en una computadora cuántica.
Un investigador del Instituto de Física de Buenos Aires desarrolló una herramienta sencilla y gratuita, basada en una imitación de una función de la física cuántica, que permite enviar mensajes por internet con la seguridad de que nadie podrá ver su contenido. Una vez leído por el destinatario, el texto desaparece de la web sin dejar rastros.
Entre el mundo macroscópico que vemos a diario y aquellas cosas tan pequeñas que necesitan de un microscopio para ser vistas hay una transición, un universo comprendido entre los nanómetros y los micrómetros, donde todo se mide en una escala llamada mesoscópica. Allí es donde la física Liliana Arrechea y su grupo de investigación escudriñan el transporte de energía.