Inserción laboral de científicos

Desafiar al estereotipo

Sara Pensel es bióloga. Mientras hacía su doctorado, la crisis de 2001 la hizo replantearse su futuro profesional. Se alejó del sistema científico y se incorporó a la industria farmacéutica donde hoy se desempeña como directora asociada de operaciones clínicas de Parexel. En esta charla con NEXciencia, propone repensar en qué consiste el ejercicio profesional para un biólogo y señala la necesidad de que la Facultad facilite nuevos caminos profesionales para sus alumnos.

3 Abr 2018 POR

Sara Pensel. Foto: Juan Pablo Vittori. Exactas Comunicación.

– ¿Cómo te decidiste a estudiar biología en Exactas?

– Me costó bastante porque inicialmente había muchas cosas que me interesaban. Primero me anoté en Matemática, pero antes de empezar la carrera me di cuenta de que me interesaba más la naturaleza. Entonces me pasé a Biología. Hice el CBC en el 92 y en el 93 empecé la carrera, que rápidamente me apasionó. Ya próxima a graduarme me fui poniendo en contacto con el sistema de becas, el trabajo en un laboratorio de investigación y la docencia. Tuve cargos de ayudante, tuve una beca para iniciar los estudios de doctorado, después tuve beca en el CONICET. Me gradué en el 99, hice materias del doctorado, avancé con publicaciones, con la preparación de la tesis. Es decir, mi camino iba muy enfocado hacia el recorrido tradicional.

– ¿Qué ocurrió entonces para que tu carrera tuviera un cambio drástico hacia el ámbito productivo?

– Cuando estaba iniciando mi doctorado, explotó la crisis del 2001 que generó un desajuste muy grande en el sistema científico. Hubo muchas dificultades, incluso nos descontaron el 13 por ciento sobre las becas, que ya eran exiguas. Yo, además, estaba en una crisis personal debido una serie de episodios familiares que me marcaron muy fuertemente. Y, también, tuve una crisis intelectual. Empecé a ver que había una correlación entre pobreza de recursos y pobreza de ideas. Por lo menos, en el ámbito en el que yo me movía. Muchas veces, en los 90, yo escuchaba el siguiente discurso: «nosotros sabemos que no vamos a cobrar grandes salarios pero estamos haciendo cosas importantes». Cuando esa afirmación dejó, para mí, de ser tan cierta, la otra parte, que es la económica, se fue haciendo demasiado importante y me generó un desbalance imposible de sostener.

– Con la decisión tomada, ¿cómo hiciste para buscar una alternativa laboral fuera del ámbito académico?

– Cuando vos venís de tantos años dentro del sistema científico no sabés buscar trabajo. Porque la Facultad es como una especie de útero donde te gestan, crecés y seguís ahí adentro. Entonces, no tenía idea. Me empecé a meter en Internet sin tener en claro qué buscar.  Empecé a mandar mi currículum a tontas y a locas, no funcionó. Entonces, me enteré de que el hermano de una compañera, que era médico y trabajaba en la industria, iba a dar un curso sobre monitoreo en investigación clínica. Hice ese curso y, después, esta misma compañera me avisó que estaban buscando monitores en Merck. Mandé el currículum, me hicieron una entrevista y empecé a trabajar como monitora en Merck en el 2003. Recuerdo que antes de que me hicieran una oferta  pensé en cuáles tenían que ser las condiciones para que yo aceptara dejar el doctorado, cosa que para mí no era nada fácil. Me dije internamente que, si me pagaban el doble de lo que yo cobraba como becaria, iba a aceptar. Me ofrecieron algo que representaba casi cinco veces lo que yo ganaba.

"Te diría que si querés buscar trabajo en la industria hagas la licenciatura y no te olvides de estudiar inglés", aconseja Sara Pensel. Foto: Juan Pablo Vittori. Exactas Comunicación.

«Te diría que si querés buscar trabajo en la industria hagas la licenciatura y no te olvides de estudiar inglés», aconseja Sara Pensel. Foto: Juan Pablo Vittori. Exactas Comunicación.

– ¿Cómo tomaron tu decisión en el ámbito académico?

– Mal. Yo sabía que al dejar el doctorado estaba perjudicando a mi directora de tesis. Su reacción, obviamente, no fue buena, la entiendo desde lo humano. Y después, en general, había una cuestión de desilusión, de que desperdiciaba mi carrera. Yo creo que, por lo menos en ese momento, había una concepción rayana con lo sectario. Son prejuicios muy fuertes y se van replicando de generación en generación. Me parece que esto de abrir la cabeza y abrir caminos es algo que le hace bien a la Facultad, no solamente al graduado. La Facultad es capaz de producir muchas más cosas que ese grupo tan endogámico. Yo creo que la pregunta que hay que hacerse es: ¿En qué consiste el ejercicio de la profesión? Y el concepto del ejercicio de la profesión, tal y como yo lo conocía, estaba estereotipado. O sea, el biólogo está en un laboratorio, con un guardapolvos, haciendo tal cosa; cualquier otro contexto en el cual el biólogo trabaje no se considera ejercer la profesión.

– La educación que recibiste en Exactas, ¿te resultó útil para tu desarrollo en el ámbito privado?

– Definitivamente sí. Yo sé que no podría haber hecho la carrera que hice si no hubiera tenido los conocimientos y las herramientas que adquirí en la Facultad. Por eso siento mucha gratitud con la Facultad, porque yo no hubiera podido pagar para estudiar en una universidad privada.

– Si querés trabajar en la industria, ¿te parece mejor buscar trabajo apenas te graduás o esperar hasta terminar el doctorado?

– Depende. Para la industria farmacéutica y la industria de los servicios para la industria farmacéutica, yo soy más de la primera idea. Te diría que si querés buscar trabajo en la industria hagas la licenciatura y no te olvides de estudiar inglés. Desde el punto de vista técnico es más importante que tengas un buen nivel de inglés a que hayas terminado el doctorado. Haber completado el doctorado habla mucho de esa persona, pero no es tan crítico, por lo menos en esta industria, el conocimiento técnico que incorporó.

– Cuando entrevistás a los jóvenes, muchos recibidos en Exactas, que se postulan para cubrir una posición en Parexel, ¿qué fortalezas y debilidades traen?

– La fortaleza claramente es la capacidad de aprender, que eso es algo que se valora mucho en el ámbito empresarial. Lo que te falte de formación te lo va a brindar la industria, porque el trabajo del día a día es imposible que lo sepas, porque depende de que lo hayas hecho antes. Y yo creo que un egresado de Exactas es una persona que aprende rapidísimo, que le decís las cosas una vez y las incorpora, que puede sostener la atención durante muchas horas y soportar el esfuerzo y la tensión. Yo tenía un profesor que decía: «los biólogos tienen que ser máquinas de resolver problemas». Esa es la otra fortaleza: frente a la contingencia, buscan alternativas. Con los recursos que hay, en el contexto en que se manejan, rápidamente buscan resolver la contingencia y encontrar el resultado final. Debilidades, la verdad que no se me ocurre ninguna, más que mi recomendación de que estudien mucho inglés. Algo que te deja muy bien posicionado en una entrevista si querés pasar a la industria es hablar muy bien inglés.

– ¿Hay espacio en la industria para una mayor presencia de biólogos?

– Yo creo que sí. Hay un déficit permanente de gente formada en esta área de la investigación clínica. Lo difícil, quizás, es conseguir el primer empleo, tenés que encontrarte con la posibilidad de que alguna de las empresas del sector abramos la chance de reclutar gente sin experiencia. Pero eso es algo que invariablemente sucede, tarde o temprano. También hay cursos disponibles como para ir metiéndose en el ambiente. Eso sí, hay que estar dispuesto a empezar de abajo.

– ¿Qué le dirías a un estudiante de Biología que tiene dudas sobre su futuro profesional, no lo convence del todo la carrera clásica pero no conoce qué otras alternativas existen?

– Lo primero que le diría es: enfocate en recibirte. No te disperses porque recibirte es muy importante. Otra consejo: andá fijándote qué otras cosas hay para hacer. Yo, cuando estaba en segundo o tercer año ya tenía un trabajito como ayudante de laboratorio en un colegio secundario. O sea, no esperé a terminar la carrera para salir a trabajar. Obvio que era un trabajo de medio tiempo que yo podía compatibilizar con la Facultad. Eso me parece que es algo bueno porque te hace entrar en contacto con otros ámbitos. También armaría un perfil de LinkedIn y empezaría a chequear qué opciones de trabajo hay. Porque ahí vos vas viendo un perfil de lo que se pide. Otro consejo es que busquen y se pongan en contacto con alguna persona que haya salido del sistema para que puedan tener como una suerte de modelo a seguir, que no sea el ejemplo clásico del investigador y profesor de la facultad. Para resumir: enfocate en recibirte, conseguite otro trabajito, fijate qué otra cosa hay fuera del sistema, estudiá inglés y fijate si encontrás alguna persona que te sirva como modelo para referenciarte.