RELAMPAGO

Laboratorio de tormentas

Se presentó oficialmente un ambicioso proyecto científico: RELAMPAGO. Córdoba y Mendoza recibirán investigadores de Estados Unidos, Brasil y la Argentina quienes, durante varios meses, estudiarán las tormentas más poderosas del mundo. El objetivo: mejorar los pronósticos meteorológicos para prevenir daños.

8 Jun 2018 POR
De acuerdo con los investigadores las tormentas que se producen en algunas zonas de Córdoba y Mendoza son únicas por la frecuencia de rayos, la tasa de precipitación, la producción de granizo, la extensión que cubren y la altura que alcanzan. Foto: Romain Talon.

De acuerdo con los investigadores, las tormentas que se producen en algunas zonas de Córdoba y Mendoza son únicas por la frecuencia de rayos, la tasa de precipitación, la producción de granizo, la extensión que cubren y la altura que alcanzan. Foto: Romain Talon.

 

“Las tormentas en Córdoba y Mendoza son las más poderosas del mundo. Son más fuertes que las del centro de los Estados Unidos. No sé por qué. No tengo idea”, confiesa el investigador estadounidense Steve Nesbitt ante el público que colma la biblioteca del Centro Cultural de la Ciencia.

Es la presentación oficial del Proyecto RELAMPAGO (siglas en inglés de Remote sensing of Electrication, Lightning, And Meso-microscale Processes with Adaptive Ground Observations), que NEX anticipó hace tres años, y que acaba de iniciarse con la distribución e instalación de estaciones y radares meteorológicos fijos y móviles en la provincia de Córdoba.

Nesbitt, profesor de la Universidad de Illinois, Estados Unidos, es el encargado del Proyecto, y lleva décadas estudiando tormentas severas alrededor del mundo: “Las que se producen en algunas zonas de Córdoba y Mendoza son únicas por la frecuencia de rayos, la tasa de precipitación, la producción de granizo, la extensión que cubren y la altura que alcanzan”, señala.

Celeste Saulo. Foto: Archivo Exactas Comunicación.

Por su parte, Celeste Saulo, directora del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), explica: “Los meteorólogos no tenemos laboratorios, nuestros laboratorios están en la naturaleza. Para nosotros, esta posibilidad de salir a medir profundamente una región del país en la cual se generan las tormentas más severas es una oportunidad única”.

Del Proyecto participan el SMN, el Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera (CIMA UBA-Conicet) y la Universidad de Córdoba, por la Argentina; la National Science Foundation (NSF), la NASA, la National Oceanic and Atmospheric Administration y el Departamento de Energía de los Estados Unidos; la Fundación de Apoyo a la Investigación del Estado de São Paulo y el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil.

“Es el mayor proyecto de investigación meteorológica efectuado por los Estados Unidos en el extranjero. Desde los años ’70 que no se hace algo parecido”, comenta Nesbitt. La inversión para este mega-proyecto es de unos 30 millones de dólares, aportados principalmente por la NSF. Los norteamericanos, además, traen el instrumental, las instalaciones y el equipamiento que ellos utilizan para estudiar los tornados, eso que se suele ver en las películas documentales de cazadores de tormentas.

Datos inesperados

Pese a su gran poder y a su fuerte impacto socioeconómico, las tormentas del centro de nuestro país estaban poco estudiadas debido a la escasez de instrumentos de monitoreo.

Para empezar a resolver este problema, en 2011 se pone en funcionamiento el Sistema Nacional de Radares Meteorológicos (SINARAME), un proyecto íntegramente desarrollado en la Argentina y operado por el Servicio Meteorológico Nacional. El desarrollo, la fabricación y la puesta en funcionamiento de los radares fueron encomendados a la empresa nacional INVAP. La primera etapa del proyecto concluyó a mediados del año 2015 con la puesta en marcha del RMA1 en la Universidad Nacional de Córdoba.

Los datos brindados por el radar se sumaron a la información satelital: “En el momento en que Steve hizo sus estudios en esta zona, no había radares en

Paola Salio. Foto: Archivo Exactas Comunicación.

Córdoba. A todos nos dejó anonadados cuando vimos los primeros datos. Todo el mundo esperaba que los máximos se dieran en áreas tropicales, sin embargo ocurrían acá”, revela Paola Salio, investigadora del CONICET en el CIMA y referente argentina del Proyecto RELAMPAGO.

Según Salio, “este gran experimento internacional reúne una importante masa crítica de científicos trabajando en una misma dirección: mejorar el pronóstico de las tormentas para generar un aviso más adecuado, en un plazo más adecuado de modo que impacten menos en las personas y en la producción agrícola”.

Para la investigadora, los datos que brinde RELAMPAGO “no solo serán útiles para nuestro país, también le servirán a Uruguay, al sur de Brasil, al centro de los Estados Unidos y a países del sur de Europa, entre otros.”

Entretanto, Saulo, que también es investigadora del CONICET, manifiesta: “El Servicio Meteorológico Nacional es parte de este proceso porque nuestro objetivo es que el conocimiento que se genere se transfiera a nuestras operaciones”. Y hace una invitación: “Es una oportunidad única y hay que aprovecharla con todo lo que tenemos. En este sentido, quiero invitar a que se sumen los investigadores de las Ciencias Sociales”.

Por su parte, Nesbitt continúa haciéndose preguntas: “¿Por qué no hay tornados en Mendoza? No tengo idea. Necesito observaciones”.

Tal vez RELAMPAGO pueda darle respuestas.