Hasta que las ráfagas nos separen

En el día miércoles 18 de Febrero la característica meteorológica saliente fue un frente frío que avanzó por el centro del país durante la tarde, dividiendo dos masas de aire con características muy distintas. Ese frente fue el responsable de los chaparrones que afectaron durante la tarde el área metropolitana de la Ciudad de Buenos Aires,… Ver artículo

24 Feb 2015 POR

En el día miércoles 18 de Febrero la característica meteorológica saliente fue un frente frío que avanzó por el centro del país durante la tarde, dividiendo dos masas de aire con características muy distintas. Ese frente fue el responsable de los chaparrones que afectaron durante la tarde el área metropolitana de la Ciudad de Buenos Aires, aunque lo más severo no ocurrió en la región más poblada del país sino cientos de kilómetros más al norte. Ya en la mañana se observaba que la atmósfera mostraba condiciones para la formación de tormentas en una amplia región del centro y norte del país, que motivó una serie de alertas meteorológicas desde el Servicio Meteorológico Nacional.

Por delante del frente, y aprovechando el calentamiento del sol, se empezaron a generar tormentas fuertes que más tarde se organizaron en lo que se conoce como “línea de inestabilidad”, primero sobre el norte de Córdoba, y luego moviéndose luego hacia el norte del país. En diversas ciudades como Santiago del Estero, Resistencia (Chaco) o Ceres (Santa Fe) el acumulado de precipitación alcanzó valores máximos de 70 mm en 12 horas y ráfagas de hasta 100 km/h. Además, con el pasaje de las tormentas se produjo un descenso de la temperatura de más de 15°C en 2 horas. Los porteños poco nos enteramos de estos sucesos ya que estábamos dentro del aire mas fresco y con poca probabilidad de formación de tormentas intensas.

Al contrario de los chaparrones o tormentas de corta duración donde posterior a la lluvia se evidencia  una mejora en las condiciones del tiempo, las líneas de inestabilidad poseen una máxima tasa de precipitación al frente de la tormenta que está acompañada por ráfagas producidas debido a corrientes descendentes. Luego viene lluvia constante pero a una tasa más baja, esta región en algunos casos esta asociada a una disminución abrupta de la presión generado un sistema conocido como baja de estela (Figura 1), asociado a fuertes ráfagas de viento. La baja de estela se forma cuando aire en la parte trasera de la tormenta desciende desde aproximadamente 5 km de altura hasta superficie. El aire es seco y muy frío,  pero a medida que desciende aumenta su temperatura, esto ocurre dado que se comprime (siguiendo las leyes de un gas ideal). Estas alta temperaturas hacen que tenga una presión atmosférica menor que la presión del aire más frío circundante, generando una zona de baja presión.

Luego del pasaje de la línea de inestabilidad y las lluvias, durante la mañana del jueves, el frente frío cambió la masa de aire dejando, en algunas zonas, temperaturas y humedades considerablemente más bajas que los días anteriores.

 

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Figura 1: Evolución de la presión atmosférica (verde) y  Temperatura (negro) en la estación Resistencia – Chaco durante el 18 y 19 de Febrero de 2015. La flecha negra indica el momento de observación de la baja de estela. Información provista por el Servicio Meteorológico Nacional.