Manifestación frente al CONICET

Contundente reclamo contra el ajuste

Científicos, profesores universitarios, becarios, estudiantes y representantes de diferentes sectores del sistema nacional de ciencia y tecnología se concentraron frente al CONICET para exigirle a sus autoridades que no sigan reduciendo los ingresos a la carrera de investigador y para rechazar el ajuste que lleva a la destrucción de la ciencia en la Argentina.

7 Abr 2018 POR

 

(De izq. a der.) Graciela Morgade, Gisela Catanzaro, Juan Pablo Paz, Ana Franchi y Roberto Salvarezza. Fotos: Exactas comunicación

El lugar elegido fue la explanada que se encuentra al frente de los edificios que integran el Polo Cientifico Tecnológico en el barrio de Palermo. La ocasión, una nueva reunión del Directorio del CONICET en la que se iban a discutir el número y la modalidad de la convocatoria de este año para ingresar a la carrera de investigador científico y tecnológico, cuya amplitud se viene reduciendo llamado tras llamado. Según la información extraoficial, las autoridades están dispuestas a convalidar que, en 2018, sólo haya lugar para que unos 300 nuevos investigadores ingresen al sistema, es decir, un recorte del 50 por ciento respecto del ya “ajustado” ingreso 2017.

Frente a ese escenario, bajo el lema “No a la destrucción de la ciencia argentina”, investigadores, profesores universitarios, becarios, estudiantes y trabajadores del sector se concentraron frente al edificio del CONICET para reclamar a las autoridades del organismo que aprueben una convocatoria para este año con un mínimo de 700 vacantes.

Además de la concentración, se realizó una conferencia de prensa de la que participaron científicos y profesores de tres facultades de la Universidad de Buenos Aires, Ciencias Sociales, Filosofía y Letras y Ciencias Exactas y Naturales, cuyos consejos directivos convocaron formalmente a la protesta.

El primero en manifestarse fue el físico Juan Pablo Paz, profesor e investigador de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA. “La ciencia en la Argentina está viviendo una situación dramática y, en particular, el CONICET. Este organismo está a punto de sufrir un nuevo ataque que implica dar un paso más hacia su desmantelamiento, su deterioro y su destrucción”, aseguró.

Enseguida denunció que, en realidad, en 2018 ningún nuevo investigador va a formar parte del CONICET. “El número de ingresos que se aprestan a aprobar para 2018 es cero porque han hecho todo para prolongar los plazos para que el concurso se complete recién en 2019. Es decir, que durante los 4 años de gestión del ‘reencarnado’ ministro Lino Barañao y de Alejandro Ceccato al frente del CONICET, va a haber tres ingresos y no cuatro”.

Para finalizar, Paz aclaró: “Este no es un reclamo corporativo. Nosotros no reclamamos un mayor presupuesto para la ciencia y el ingreso de más científicos simplemente porque somos científicos, si no porque queremos un modelo de país basado en el desarrollo industrial que tome a la ciencia como un instrumento de desarrollo y de bienestar para nuestro pueblo. Por eso decimos basta a la destrucción del sistema científico”.

A su turno, Graciela Morgade, decana de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, señaló que “resulta claro que ya no se trata de pequeños intentos, de decisiones puntuales que si pasan, pasan, se trata de una política sistemática de desmantelamiento del sistema científico nacional”. Y agregó: “Estoy en este lugar representando a la comunidad académica y científica que está luchando no sólo por sostener los puestos de trabajo, lo que de todos modos es una lucha muy digna, sino también por sostener un proyecto científico a la altura de las necesidades y las demandas sociales.”

Como cierre, Morgade afirmó que “como la actividad científica tiene un enorme prestigio social, el gobierno, sistemáticamente, ha intentando desprestigiarla acusándonos de corporativos, de representar intereses meramente sectoriales”, y dejó una definición clara: “Menos soberanía, menos reflexión, menos crítica social, es la política que este gobierno viene impulsando”.

La manifestación se realizó frente al CONICET, en el Polo Científico Tecnológico de Palermo.

La manifestación se realizó frente al CONICET, en el Polo Científico Tecnológico de Palermo.

Posteriormente, Ana Franchi, directora del Centro de Estudios Farmacológicos y Botánicos (CONICET UBA), comenzó su intervención leyendo una carta que fue firmada, hasta ahora, por alrededor de 130 directores de unidades ejecutoras de todo el país y que será entregada en los próximos días a las autoridades del MINCYT y el CONICET. Luego, Franchi se preguntó: “¿Dónde se van a insertar laboralmente estos investigadores y estos becarios que tienen que hacer ‘ciencia útil’ -según la definición del ministro-, si se desmantela el proyecto ARSAT, las nuevas centrales atómicas, las iniciativas tecnológicas de fabricaciones militares, la producción de aviones, la producción pública de medicamentos y casi todo el resto de los proyectos científico tecnológicos encarados durante la administración anterior?”.

Como cierre de la mesa, tomó la palabra Roberto Salvarezza, quien, a fines de junio de 2016, fue elegido como representante de los investigadores del área de Ciencias Exactas y Naturales en el Directorio del CONICET y, sin embargo, no pudo asumir su cargo dado que el gobierno nunca efectivizó su nombramiento. “Cuando dicen que quieren un país innovador, un país que cree tecnología, hablan de parecerse a Israel o a Australia. Tienen que recordar que Israel tiene 14 investigadores cada mil habitantes, que Australia tiene 9 investigadores cada mil habitantes. Sin embargo, aquí tenemos tres investigadores cada mil habitantes y parece que sobran y los tiramos por la ventana en vez de darles un lugar para que trabajen”.

En el último tramo de su intervención, Salvarezza, que presidió el CONICET entre 2012 y 2015, atacó con dureza la gestión de Lino Barañao: “Estamos viviendo una estafa. La estafa está dada porque muchos de los jóvenes que se embarcaron en el estudio de carreras científicas lo hicieron mirando cómo venía creciendo la ciencia y la tecnología en el marco del plan Argentina 2020. Y lo más notable es que el mismo autor de ese plan, Lino Barañao, es el que ahora no les ofrece ningún futuro a esos mismos jóvenes. Ese señor es un estafador de jóvenes, a los cuales frustra y le priva a la Argentina de un futuro en el que pueda competir con esos países a los cuales dicen quererse parecer y que, con estas políticas, nunca nos vamos a parecer”, cerró.

Una vez finalizada la conferencia de prensa, los investigadores solicitaron ser recibidos por el directorio del organismo para poder expresar de manera personal sus reclamos. Si bien, las autoridades se negaron , se comprometieron escucharlos en 15 días cuando se lleve a cabo una nueva reunión del Directorio del CONICET en la cual se definirán las características y el número de vacantes de la convocatoria 2018.